¿Qué es la autonomía personal?

El conocimiento de sí mismo y autonomía personal 

Esta área de conocimiento está dedicada a la construcción del propio yo y al establecimiento de relaciones entre iguales.

Se busca principalmente la adquisición de una mayor seguridad y autonomía (en el desplazamiento, en el comer, en el vestir, etcétera) y el reconocimiento de sus características individuales. Promueve el desarrollo de la afectividad, así como el reconocimiento, la expresión y el control progresivo de sus emociones y sentimientos.

En la etapa de Educación Infantil también tiene gran importancia la adquisición de buenos hábitos de salud, higiene y nutrición. Estos hábitos contribuyen al cuidado del propio cuerpo y de los espacios en los que el niño se desenvuelve en su día a día. La escuela, especialmente a estas edades, es un ámbito crucial  para el desarrollo de la autonomía personal.



Objetivos:

1. Formar una imagen positiva de sí mismo y ajustada a la realidad.
2. Reconocer, identificar y representar las partes fundamentales de su cuerpo y algunas de sus funciones.
3. Identificar los propios sentimientos, emociones o necesidades, y ser capaces de nombrarlos, expresarlos y comunicarlos a los demás, a la vez que se identifican y respetan los de ellos.
4. Realizar de manera autónoma las actividades habituales, aumentando el sentimiento de confianza en sí mismo.
5. Desarrollar hábitos de respeto, ayuda y colaboración, evitando actitudes de discriminación en función de cualquier rasgo diferenciador.
6. Desarrollar habilidades para afrontar situaciones de conflicto.
7. Buscar la adquisición de hábitos y actitudes relacionados con la seguridad, la higiene y el fortalecimiento de la salud.
8. Tomar la iniciativa en la realización de tareas, juegos y actividades.


En la Orden del 5 de agosto del 2008 quedan plasmados los objetivos del área de conocimiento de sí mismo y autonomía personal. En dicha área se contempla el proceso de crecimiento de los niños y niñas, un largo camino en el que pasan de una dependencia absoluta a la independencia y autonomía individual.

La familia, al igual que la escuela infantil, han de propiciar que el niño vaya construyendo una imagen ajustada de sí mismo, al conocer y confiar en sus propios recursos y posibilidades, desarrollando una autoestima positiva que le permita tomar consciencia y valorar los propios logros y dificultades, carencias o limitaciones, cada vez más ajustada con la realidad.

La construcción de la autonomía y la identidad está íntimamente relacionada con los procesos de socialización. La escuela constituye, por excelencia, un gran espacio de socialización, ya que propicia el encuentro con personas adultas y niños/as de diversos orígenes socioculturales, religiones, costumbres...

El juego es un recurso básico que la infancia utiliza para el conocimiento del mundo. En el continuo proceso de interacción y relación, que el juego supone, los niños van ampliando el conocimiento de sí mismo , avanzando en la construcción de su identidad y de las posibilidades de la relación social.

Esta área se organiza en dos bloques: el primero hace referencia a la construcción paulatina de la identidad, a través de las interrelaciones con sus iguales y con las personas adultas, así como al progresivo descubrimiento y control del propio cuerpo; el segundo bloque hace referencia al desarrollo de la autonomía, a través de la vida cotidiana y el juego.

Conocimiento de sí mismo y la autonomía personal (Orden de 5 de agosto de 2008)

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